Busquemos perlas escondidas (8 mins.)
- Lu 10:18. ¿A qué se refería Jesús cuando les dijo a los 70 discípulos: “Contemplaba yo a Satanás ya caído como un relámpago del cielo”? (nwtsty nota de estudio para Lu 10:18: “Contemplaba yo a Satanás ya caído como un relámpago del cielo”; w08 15/3 pág. 31 párr. 12).
Con estas
palabras proféticas, Jesús habla de la expulsión de Satanás del cielo como si ya
hubiera ocurrido. Revelación 12:7-9 describe la batalla que tendría lugar en el
cielo y relaciona la caída de Satanás con el nacimiento del Reino mesiánico.
Aquí, Jesús enfatizó que la derrota de Satanás y sus demonios en esa futura
batalla era inevitable, como lo demostró el hecho de que Dios diera poder para
expulsar demonios a aquellos 70 discípulos, simples seres humanos.
Eso
no aconteció sino hasta poco después de que Cristo fuera entronizado como
Rey celestial en 1914. Aunque no podemos ser dogmáticos en este
asunto, al hablar de un acontecimiento futuro utilizando el tiempo pasado,
Jesús aparentemente quería destacar que sin duda ocurriría.
- Lu 11:5-9. ¿Qué nos enseña sobre la oración la parábola del amigo persistente? (nwtsty notas de estudio para Lu 11:5-9: “Amigo, préstame tres panes”, “Deja de causarme molestia” y “persistencia atrevida”).
Amigo,
préstame tres panes: Para los pueblos de Oriente Medio, la hospitalidad es una
obligación y una cualidad en la que se esfuerzan por sobresalir, como indica
este relato. Incluso cuando el invitado llegaba sin avisar y a medianoche
—detalle que muestra lo imprevisibles que eran los viajes en aquella época—, el
anfitrión se sentía obligado a darle algo de comer.
Deja de
causarme molestia: El vecino del relato no estaba muy dispuesto a ayudar, no
porque fuera poco hospitalario, sino porque ya se había acostado. En aquella
época, las casas, sobre todo las de los pobres, consistían en una habitación
grande. Así que, si el hombre se levantaba, probablemente molestaría a toda su
familia, incluso a sus hijos, que ya estarían durmiendo.
Persistencia
atrevida: La palabra griega que se utiliza aquí puede traducirse literalmente
como “falta de modestia” o “desvergüenza”. Sin embargo, en este contexto,
denota insistencia y atrevimiento. El hombre del relato no se avergonzaba de
pedir con insistencia lo que necesitaba. Jesús dijo a sus discípulos que debían
orar con la misma persistencia.
- ¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
Lu 10:11. Jehová ha permitido formar un
pueblo para su nombre, con el propósito de llevar un mensaje de esperanza y
para declarar acerca sobre el Reino de Dios, incluso cuando esta obra se efectué
bajo oposición.
Lu 10:30-37. Jehová y Jesús esperan que
sus siervos sean hospitalarios, demuestren espíritu de abnegación y sean serviciales
tanto con sus hermanos, como con las demás personas ya que asi daremos un buen
testimonio al nombre de Jehová.
Lu 11:5, 13. Nos muestra que demos
orarle a Jehová con persistencia, aunque Jehová desea contestar nuestras
oraciones, debemos ser persistentes al orar, y cuando él y no nosotros lo vea
oportuno, él nos contestara.
Lu 11:27,28. Si cumplimos fielmente con
la voluntad de Jehová, y no de las relaciones
familiares o los logros materiales, veremos claramente que la verdadera
felicidad proviene de cumplir fielmente su voluntad.
- ¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?
Lu 10:4. Jesús no estaba animando a sus
seguidores a ser maleducados; más bien, quería ayudarlos a ver que disponían de
un tiempo limitado y tenían que aprovecharlo al máximo para las cosas
verdaderamente importantes. Podemos poner en práctica este principio y así
dedicarle más tiempo al Reino.
Lu 10:17. Jesús capacito a estos 70
para que vayan a proclamar el mensaje de las buenas nuevas el Reino de Dios, lo
que nos deja como ejemplo para que nosotros también capacitemos y enseñar a demás
personas a ser predicadores del Reino de Dios.
Lu 11:9, 10. Sin duda, debemos
seguir orando cuando experimentamos persecución, aflicción por alguna debilidad
personal muy arraigada, o cualquier otra prueba. Jehová siempre está dispuesto
a ayudar a sus siervos fieles. Nunca nos dice: “Deja de causarme molestia”.
Lu 11:52. Los escribas y los fariseos
no imitaban a Jehová. Era evidente que no valoraban la vida de los
demás. Ellos tenían que ayudar a las personas a entender la Palabra de Dios y a
obtener la vida eterna. En vez de eso, trataban de impedir que siguieran a
Jesús, el “Agente Principal de la vida” (Hech. 3:15).
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