Busquemos perlas escondidas (8 mins.)
- Mr 10:6-9. ¿Qué principio sobre el matrimonio destacó Jesús? (w08 15/2 pág. 30 párr. 8).
El propósito
de Dios es que los cónyuges permanezcan juntos. Por lo tanto, en vez de
recurrir enseguida al divorcio, la pareja debe esforzarse por poner en práctica
los principios bíblicos para superar cualquier dificultad que surja en su
matrimonio (Mat. 19:4-6).
- Mr 10:17, 18. ¿Por qué corrigió Jesús al hombre que lo llamó “Buen Maestro”? (nwtsty notas de estudio para Mr 10:17, 18: “Buen Maestro” y “Nadie es bueno, sino uno solo, Dios”).
Buen Maestro: Aquel
hombre usó el título formal “Buen Maestro” con la intención de alabar a Jesús,
pues ese era el trato que esperaban los líderes religiosos. Aunque a Jesús no
le parecía mal que lo llamaran “Maestro” y “Señor” (Jn 13:13), siempre le daba
todo el mérito a su Padre.
Nadie es
bueno, sino uno solo, Dios: Con estas palabras, Jesús reconoció que Jehová es quien
establece la norma suprema de lo que está bien. Solo Jehová, como Soberano del
universo, tiene el derecho a decidir qué está bien y qué está mal. Al comer del
árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, Adán y Eva se rebelaron contra
Dios e intentaron quitarle ese derecho. Jesús, en cambio, es humilde y reconoce
que quien debe fijar las normas es su Padre. Gracias a la Biblia, sabemos lo
que Dios considera que está bien (Mr 10:19).
- ¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
Mr 9:24. Se resalta la disposición de Jehová,
por lo cual nosotros podemos sentir la confianza de pedirle que nos conceda más
fe, actuando en consecuencia con la oración también debemos esforzarnos por
cultivar esta cualidad día a día.
Mr 9:35-37. Jesús utilizo a niños para
dar un ejemplo sobre la importancia de la humildad, ya que, si nosotros cultivamos un
espíritu generoso y humilde como el de un niño, estaremos en unión con el
Personaje más excelso del universo que es Jehová y con su Hijo y obtendremos,
además, la felicidad que viene de dar.
Mr 10:21. Jesús aconsejo a un rico con
las palabras: “Vende todas las cosas que tienes y distribuye entre los pobres,
y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sé mi seguidor”, en estos días nuestro
objetivo es poner en primer lugar el Reino de Dios, y si hacemos esto
recibiremos la bendición de Jehová que es lo que enriquece.
Mr 10:29, 30. Tal como predijo Cristo, en el siglo primero
hubo muchos discípulos que abrieron sus casas a sus compañeros cristianos y
fueron para ellos verdaderos “hermanos, y hermanas, y madres” y lo mismo vemos
hoy en día con nuestros queridos hermanos, todo esto ha sido posible gracias a
la bendición de Jehová hacia sus siervos fieles.
- ¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?
Mr 9:3. Los lavanderos de la antigüedad
podían limpiar o blanquear considerablemente la ropa. Sin embargo, cuando
Marcos describió la incomparable blancura de las vestiduras de Jesús durante la
transfiguración, dijo: “Sus prendas de vestir exteriores se volvieron
relucientes, mucho más blancas de lo que pudiera blanquearlas cualquier limpiador
de ropa en la tierra”.
Mr 9:11-13. El profeta Elías vivió unos
500 años antes de que se diera esta profecía. En el siglo I E.C.,
Jesucristo identificó a Juan el Bautizante como la persona que correspondió con
ese Elías. Sin embargo, “Elías” sería el precursor del “día de Jehová”, lo que
indica otro cumplimiento ahora en este tiempo de la “presencia” de Cristo.
(2 Tesalonicenses 2:1, 2.)
Mr 10:45. Jesús ha dado el ejemplo que
deben seguir, como explica: “Así como el Hijo del hombre no vino para que se le
ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por
muchos”. Jesús no solo ha ministrado a favor de otras personas, ¡sino que lo
hará hasta el punto de morir por la humanidad! Los seguidores de Jesús tienen
que manifestar una disposición como la suya, de querer servir en vez de que se
les sirva, y de ser de los menores en vez de ocupar un puesto prominente.
Mr 10:46-52. Marcos y Lucas mencionan que
Jesús sanó a uno solo ciego, mientras que Mateo dijo que Jesús sanó a dos
ciegos, el relato de Mateo no es una contradicción. Mateo es más específico en
cuanto al número, mientras que Marcos y Lucas enfocan la atención en el hombre
a quien Jesús dirigió la conversación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario