Primera Conversación
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Primera conversación (2 mins. o menos): Empiece usando la sección
“Ideas para conversar” y luego venza una objeción que sea común en su
territorio.
PUBLICADOR: Buenos días, estoy conversando con todos
sus vecinos y quisiera hacerle una sencilla pregunta, ¿Cómo podemos
saber qué futuro nos espera?
AMO DE CASA: Pues la verdad, a mí no me
interesan estos temas, ya que nadie sabe que pasara mañana.
PUBLICADOR: Usted tiene mucha razón en lo que
dijo, nadie puede saber respeto a lo que pasara en el futuro, ningún humano puede
hacerlo, pero en este libro antiguo se menciona algo que talvez le interese, aquí
en Isaías 46:10, léalo por favor.
AMO DE CASA: Menciona…
PUBLICADOR: Gracias por la lectura, ¿Qué noto
de interesante en este pasaje?
AMO DE CASA: Ahí dice que Dios es quien decreta
los sucesos futuros desde hace mucho tiempo.
PUBLICADOR: Así es, solo Dios tiene la facultad
de ver sucesos futuros y en la Biblia se mencionan profecías que se han
cumplido, por eso, ¿Cuáles son esas profecías que se están cumpliendo hoy?, ¿Qué
le párese si regreso otro día y analizamos esa pregunta mediante la Biblia?
AMO DE CASA: Me parece bien aquí la espero.
Video de la Segunda Revisita
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Video de la segunda revisita (5 mins.): Ponga el video y analícelo con
el auditorio.
Aspectos sobresalientes de la Segunda
Revisita:
- El hermano empezó con la pregunta: ¿Qué pasara después del fin? Y luego procede a decir el texto de Revelación 21:4 como respuesta.
- Podemos pedirle a nuestro compañero que lea el texto o aporte con alguna idea adicional.
- El hermano le hizo una pregunta para saber su opinión, en este caso, ¿Qué parte del versículo le llamo más la atención?
- Y después podemos preguntarle porque le ha llamado más la atención esa parte del texto.
- El hermano mostro empatía y consideración con la respuesta del amo de casa sobre la muerte de su abuelo, lo que nos recuerda que debemos mostrar esas cualidades en el ministerio.
- La pregunta para la próxima vista es practica ya que responde la dudad sobre si las promesas de Jehova se realizaran en el cielo o en la tierra, además continua con el hilo de ideas que se ha estado hablando con el amo de casa desde la visita inicial.
Discurso
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Discurso (6 mins. o menos): w14 15/2 págs. 26, 27. Tema: ¿Qué razones
tenían los judíos del siglo primero para estar “en expectación”, pendientes de
la llegada del Mesías?
En los días de Juan el Bautista,
“el pueblo [estaba] en expectación, y todos [estaban] razonando en sus
corazones acerca de Juan: ‘¿Acaso será él el Cristo?’” (Luc. 3:15). ¿Por qué los
judíos esperaran que el Mesías se presentara por aquellas fechas? Después de
que Jesús nació, el ángel de Jehová se apareció a unos pastores para decirles
que ha nacido el que es “Cristo el Señor” y luego aparecieron más ángeles que
alabaron a Dios, etse anuncio tuvo un profundo efecto en aquellos humildes
pastores. Inmediatamente fueron a Belén y, cuando hallaron a José y María con
el bebé, “dieron a conocer el dicho que se les había hablado respecto a este
niñito”. Como resultado, “cuantos oyeron se maravillaron de las cosas que les
dijeron los pastores” (Luc. 2:17, 18). La expresión “cuantos oyeron” implica
que no solo les hablaron a José y María, sino también a otras personas. Está
claro que no guardaron en secreto las buenas noticias que habían oído sobre Cristo,
sino todo lo contrario.
Cuando María llevó a su
primogénito a Jerusalén para presentarlo a Jehová tal como exigía la Ley
mosaica, la profetisa Ana “empezó a dar gracias a Dios y a hablar acerca del
niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén” (Luc. 2:36-38; Éx.
13:12). De ese modo, las noticias en cuanto a la llegada del futuro Mesías
siguieron difundiéndose.
Los “astrólogos de las partes
orientales vinieron a Jerusalén, diciendo: ‘¿Dónde está el que nació rey de los
judíos? Porque vimos su estrella cuando estábamos en el Oriente, y hemos venido
a rendirle homenaje’” (Mat. 2:1, 2). Al oír esto, “el rey Herodes se agitó, y
toda Jerusalén junto con él; y, habiendo reunido a todos los sacerdotes
principales y a los escribas del pueblo, se puso a inquirir de ellos dónde
había de nacer el Cristo” (Mat. 2:3, 4). Así que muchísima gente se enteró de
la noticia: ¡el futuro Mesías había llegado!
Muchos pensaron que Juan el
Bautista podía ser el Cristo. Pero el propio Juan refutó por completo esa idea
al decir: “El que viene después de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de
quitarle las sandalias. Ese los bautizará con espíritu santo y con fuego” (Mat.
3:11). Algunos judíos hacían cálculos para ver el momento en el que vendría el mesías,
basándose en las 70 semanas de Daniel 9:24-27.
Los esenios enseñaron que hacia
el final de un período de cuatrocientos noventa años aparecerían dos Mesías,
ciertos judíos creyeron que las 70 semanas habían abarcado el período
comprendido entre la destrucción del primer templo, en el año 607 antes de
nuestra era, y la destrucción del segundo templo, en el 70 de nuestra era.
Otros judíos relacionaban el cumplimiento de la profecía con sucesos del
período macabeo, que comenzó en torno al año 170 antes de nuestra era. Así
pues, no había un consenso en cuanto a cómo contar las 70 semanas.
Con frecuencia, los evangelistas
se refirieron a determinadas profecías de las Escrituras Hebreas que se
cumplieron en Jesucristo (Mat. 1:22, 23; 2:13-15; 4:13-16). Curiosamente, ni
uno de ellos conecta la llegada de Jesús a la Tierra con la profecía de las 70
semanas.
En resumen, no podemos confirmar
que los contemporáneos de Jesús entendieran correctamente la profecía de las 70
semanas; pero, como hemos visto, los Evangelios aportan razones sólidas que
explican por qué estaban “en expectación”, pendientes de la llegada del Mesías.
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