Busquemos perlas escondidas (8 mins.)
- Jn 1:1. ¿Por qué sabemos que Juan no quiso decir que “la Palabra” fuera el Dios todopoderoso? (nwtsty notas de estudio para Jn 1:1: “la Palabra”, “con” y “la Palabra era un dios”).
Juan usa este
título para referirse a Jesús en su existencia prehumana, durante su ministerio
terrestre como hombre perfecto y después de ascender al cielo. Jesús era el
Portavoz de Dios, es decir, el medio que Dios usaba para comunicarse con sus
otros hijos espirituales y con los seres humanos. Por lo tanto, es razonable
pensar que antes de que Jesús viniera a la Tierra, Jehová se comunicaba con la
humanidad mediante la Palabra, su portavoz angelical. Se le describe como “un
dios”, “alguien parecido a un dios” o “un ser divino” porque ocupa una posición
destacada en el universo: es el Hijo primogénito de Dios y el medio por el que
Dios creó todas las cosas.
- Jn 1:29. ¿Por qué dijo Juan el Bautista que Jesús era “el Cordero de Dios”? (nwtsty nota de estudio para Jn 1:29: “el Cordero de Dios”).
La expresión
“el Cordero de Dios” podría hacer referencia a varios pasajes de las
Escrituras. Como Juan el Bautista conocía bien las Escrituras Hebreas, sus
palabras podían ser una alusión a lo siguiente: al carnero que Abraham ofreció
en lugar de su hijo Isaac (Gé 22:13), al cordero de Pascua que los israelitas
sacrificaron justo antes de ser liberados de la esclavitud en Egipto (Éx
12:1-13) o al carnero que se ofrecía todos los días por la mañana y por la
tarde en el altar de Jehová en Jerusalén (Éx 29:38-42). Juan quizás también
tenía presente la profecía de Isaías, donde Jehová dice que su siervo sería
llevado “como una oveja a la degollación” (Isa 52:13; 53:5, 7, 11).
Cuando el
apóstol Pablo escribió su primera carta a los Corintios, llamó a Jesús “nuestra
pascua”, es decir, cordero de Pascua (1Co 5:7). El apóstol Pedro dijo que
la sangre de Cristo era “preciosa, como la de un cordero sin tacha e
inmaculado” (1Pe 1:19). Y, usando lenguaje figurado, el libro de
Revelación llama a Jesús glorificado “el Cordero” en más de veinticinco
ocasiones.
- ¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
Jn 1:12. Jehová otorga el privilegio de
ser sus hijos a quienes respondieron al mensaje de Jesús y tienen fe en tales
buenas nuevas, algunos seres humanos fueron adoptados como hijos de Dios y
pudieron tener la esperanza de vivir con Cristo como reyes en el Reino
celestial de Dios, en el Nuevo Mundo los que somos de las otras ovejas también tendremos
el privilegio de ser llamados hijos de Dios.
Jn 1:36. Me enseña de Jehova su amor.
Al pecar Adán y Eva, todos sus descendientes necesitábamos un Cordero
expiatorio que con su sangre, nos limpiara del pecado y la muerte. Jehová fue
capaz de enviar a su hijo Jesucristo, para que por medio de su sangre preciosa
tuviéramos la oportunidad de vivir para siempre.
Jn 2:7-10. Me enseña que Jehova es
compasivo. Al convertir 380 litros de agua en vino de calidad, Jesús mostró que
imitaba la generosidad de su Padre y que las personas eran importantes para él.
Nosotros debemos preocuparnos por los sentimientos de las personas del
territorio y por sus necesidades espirituales.
Jn 2:16, 17. Jehová es un Dios que
merece nuestro celo, Jesús actuó asi porque era un ferviente defensor de
la religión verdadera y la reputación de su Padre. Por eso, cuando veía que el
nombre de Dios era objeto de blasfemias y desprecios, surgía naturalmente en él
un deseo irresistible de remediar la situación, ahora nosotros tenemos que
demostrar ese mismo celo cuando se ultraje el nombre de Dios.
- ¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?
Jn 1:6-9. Juan identificó al Mesías
venidero y dirigió a sus discípulos a Él. Con el tiempo se dio a toda clase de
gente la oportunidad de aceptar la luz. De modo que Jesús no vino solo
para beneficio de los judíos, sino para beneficio de toda la humanidad: ricos o
pobres, sin importar su raza, asi mismo, hoy se da testimonio a toda clase de
personas para que se aprendan de Jehová y su palabra.
Jn 1:10, 11. Antes de que Jesús
existiera como ser humano, el mundo de la humanidad fue creado mediante él. Sin
embargo, cuando estuvo en la Tierra, la mayor parte de su propia gente, los
judíos, lo rechazó. Ellos no querían que se denunciara su maldad e
hipocresía. Preferían la oscuridad a la luz.
Jn 2:1. Muchas traducciones de la
Biblia vierten este versículo como sigue: “Hubo una boda en Caná”. Pero
en este contexto, la palabra original se traduce más acertadamente como
“banquete de bodas”. El relato deja claro que Jesús estuvo presente en el
banquete celebrado con motivo de una boda judía y contribuyó a que los
invitados disfrutaran de la ocasión.
Jn 2:4. La respuesta de Jesús
debió tomarla por sorpresa: “¿Qué tengo que ver contigo, mujer?”. Algunos han
interpretado estas palabras como una falta de respeto, pero se equivocan.
En el idioma original expresaban una simple objeción. Jesús solo le estaba
recordando amablemente a su madre que a ella no le correspondía dirigir su
ministerio. Jehová, su Padre, era el único que podía hacerlo.
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