REUNIÓN DE ENTRE SEMANA VIDA Y MINISTERIO CRISITIANO: 18 a 24 de Abril 2022 - Historia y Ayuda Teocrática

Historia y Ayuda Teocrática

Proporcionar SUGERENCIAS para su uso en las reuniones de los Testigos de Jehová, aquí no se pretende reemplazar a la proporcionada por el “esclavo fiel y prudente”, más bien, solo se quiere ayudar a quienes necesiten una idea de asignación o comentario. LEA A DIARIO LA PALABRA DE DIOS, LA BIBLIA. Para aprender de la Biblia siempre visite JW.ORG

lunes, 18 de abril de 2022

REUNIÓN DE ENTRE SEMANA VIDA Y MINISTERIO CRISITIANO: 18 a 24 de Abril 2022

REUNIÓN DE ENTRE SEMANA VIDA Y MINISTERIO CRISITIANO: 18 a 24 de Abril 2022



Todas las pruebas tienen fecha de caducidad” (15 mins.): Análisis con el auditorio. Ponga el video Un pueblo unido en un mundo dividido.

 

UN PUEBLO UNIDO EN UN MUNDO DIVIDIDO (TRANSCRIPCIÓN)

En el pasado, las leyes obligaron a que hubiera segregación racial en algunas congregaciones de los testigos de Jehová de Estados Unidos. A pesar de estas restricciones, la predicación siguió adelante.

MOZELLE MCGEE: Mi madre siempre decía que la intención de Jehová no era que todos nos pareciéramos.

MARVIN BENFORD: En los años 60, predicábamos en todas las casas del condado: a las familias negras, a las familias blancas..., de todos los colores. En las escuelas, había mucha presión para que participáramos en las protestas en contra del racismo.

SAMUEL BROWN: Escuchábamos que había muchos problemas. En los noticieros se hablaba de ello y así nos enterábamos de lo que estaba pasando en el sur de Estados Unidos.

MARVIN BENFORD: Quizás algunos se pregunten: “¿Cómo es que nosotros, o sea, los testigos de Jehová, tanto blancos como negros, podíamos seguir unidos a pesar de que el mundo estaba tan dividido?”.

SAMUEL BROWN: Crecí en el estado de Nueva York, en Utica. Recuerdo que, en 1956, había artículos del “Ministerio del Reino” que nos animaban a servir donde hubiera más necesidad. Necesitaban hermanos negros para predicar en el sur.

MOZELLE MCGEE: Me casé con Earl McGee el 2 junio de 1956. Después de casarnos, el hermano Sullivan pronunció un discurso en la asamblea de Hallandale en el que habló de mudarse a un lugar de mayor necesidad. Él no solo animó a las familias, sino también a los recién casados. Así que hicimos los planes y mi esposo escribió a la sucursal. Nos enviaron a Florida y en el 62 empezamos la obra de circuito. Nuestro primer circuito fue en Alabama, donde había segregación racial.

WILLIAM SIMS: A mi esposa Edna y a mí nos mandaron como precursores a varios lugares. Nuestra última asignación fue en Carolina del Norte y después nos mandaron a la obra de circuito. Después del primer circuito, que fue en Carolina del Norte y del Sur y en Georgia, nos invitaron a la Escuela de Galaad.

JAMES THOMPSON: Me casé el 23 de abril de 1949. He servido a tiempo de completo durante 70 años junto a mi esposa. Nos asignaron al circuito 18 de Alabama.

SAMUEL BROWN: Mi primer circuito fue en Misisipi. Era conocido por ser el estado del país con los peores conflictos raciales. Después de llegar allí, asesinaron a tres activistas por los derechos civiles. Fue en Filadelfia, Misisipi. Aquel era nuestro circuito. Esas eran las cosas que teníamos que afrontar.

JAMES THOMPSON: Estábamos muy ocupados predicando y no permitíamos que los problemas raciales nos distrajeran. Los negros les predicábamos a los negros y los blancos a los blancos. Simplemente, obedecíamos la ley local de mantenernos separados.

MOZELLE MCGEE: Había mucha gente tratando de cambiar las cosas, y por eso el ambiente era muy hostil. Cuando servíamos en Alabama, si estábamos en algún pueblo donde había una marcha o un mitin político un sábado por la tarde, nosotros no íbamos a predicar en las calles de aquella zona. Preferíamos quedarnos en un lugar más tranquilo.

SAMUEL BROWN: Había gente que formaba parte de los viajeros por la libertad. Eran personas que viajaban en autobuses al sur y que defendían el derecho a voto de los negros. De hecho, había organizaciones por los derechos humanos muy activas en Misisipi. Así que ellos pensaban que, como nosotros predicábamos de casa en casa, podíamos hablar de temas como los derechos civiles o cosas parecidas en la predicación.

WILLIAM SIMS: Uno de nuestros compañeros en la clase 27 de la Escuela de Galaad era un hermano negro. Y allí nos hicimos muy buenos amigos. Al acabar la escuela y de camino a nuestros destinos, paramos en Alabama para asistir a una asamblea. Debido a la ley, estábamos separados: los hermanos blancos a un lado y los hermanos negros al otro lado. Para nosotros fue muy difícil y doloroso no poder pasar tiempo y estar sentados con nuestro amigo.

JAMES THOMPSON: Nos invitaron a un programa de televisión. Yo fui con el superintendente de circuito, y también invitaron a un sacerdote católico y a un ministro episcopal. Este último era un hombre joven y nos preguntó qué hacíamos para apoyar las marchas. Yo le dije que no íbamos a participar en eso. Quedó claro lo diferentes que éramos. Yo era negro y él era blanco. Ellos no iban a dejar de protestar para ayudarnos a predicar las buenas noticias del Reino, y nosotros no íbamos a dejar de predicar para ayudarlos a protestar.

WILLIAM SIMS: Los hermanos siempre nos interesábamos unos por otros. Así que, si había una congregación de hermanos negros y otra de blancos, nos mostrábamos interés y cuidábamos unos de otros.

SAMUEL BROWN: La ley no nos permitía reunirnos juntos, así que no lo hacíamos. Pero sí que podíamos hablar unos con otros y visitarnos. Yo creo que en aquellos días había mucho apoyo de parte de todos, tanto de parte de hermanos blancos como de hermanos negros. Por ejemplo, si nosotros teníamos problemas para conseguir un local, a veces los hermanos blancos conocían a alguien que nos ayudara. Colaborábamos mucho. Las congregaciones comenzaron a ser mixtas cuando cambiaron algunas leyes sobre derechos civiles.

JAMES THOMPSON: Todos los ancianos tuvimos una reunión en la que decidimos cómo íbamos a unificar las congregaciones. Por ejemplo, vimos cómo organizaríamos el territorio y otras cosas.

SAMUEL BROWN: Algunos hermanos pensaban, y quizás con razón, que si unificábamos las congregaciones podríamos sufrir ataques violentos. Probablemente sí hubo Salones del Reino dañados, pero la realidad es que ya había integración racial en otros lugares, como en las escuelas, en institutos, en universidades y así por el estilo. Y era obvio que, si ellos podían hacerlo, nosotros aún más.

MOZELLE MCGEE: Es evidente que el proceso de integración racial tuvo éxito porque teníamos la guía de Jehová.

MARVIN BENFORD: Tanto blancos como negros teníamos algo en común: amábamos a Jehová. Tenemos claro que no fueron nuestras habilidades lo que nos unió, sino que fue Jehová. Y hemos estado unidos desde entonces.

JAMES THOMPSON: Todos podían ver nuestra unidad. Un hermano que estaba predicando de casa en casa, tanto a blancos como a negros, se encontró a una señora blanca que le dijo que estaba muy contenta de que por fin los testigos de Jehová estuviéramos unidos. Llevaba mucho tiempo esperando que eso ocurriera.

WILLIAM SIMS: Con la ayuda de Jehová y gracias a su espíritu santo, hemos llegado a ser una hermandad mundial. Claro, todos somos imperfectos, pero de verdad somos hermanos y hermanas, y eso es maravilloso.

SAMUEL BROWN: Los hermanos comenzaron a ver con sus propios ojos lo que ya sabían: que somos una sola organización. Comenzaron a sentirlo. ¡Ahora podían vivirlo!

JAMES THOMPSON: Amábamos a Jehová y amábamos a nuestros hermanos. Y eso era lo más importante. ¿Cómo no íbamos a estar unidos si fue Jehová quien nos unió?

MOZELLE MCGEE: Satanás es el número uno dividiendo a la gente. Pero Jesús murió por toda la humanidad. ¿Excluye eso a alguien? ¡Claro que no!

No hay comentarios:

Publicar un comentario