Busquemos Perlas Escondidas: 8 al 14 de Octubre 2018

Busquemos Perlas Escondidas: 8 al 14 de Octubre 2018

Busquemos perlas escondidas (8 mins.)

• Jn 11:49. ¿Quién nombró sumo sacerdote a Caifás, y cuánto tiempo ocupó Caifás ese puesto? (nwtsty nota de estudio para Jn 11:49: “sumo sacerdote”).

Durante la ocupación romana, los gobernadores impuestos por Roma tenían autoridad para nombrar y destituir al sumo sacerdote. Caifás, hábil diplomático, ocupó ese cargo más tiempo que cualquiera de sus predecesores inmediatos. Roma lo nombró sumo sacerdote alrededor del año 18 de nuestra era, y él ocupó ese puesto hasta aproximadamente el año 36. Al mencionar que Caifás era sumo sacerdote aquel año, es decir, en el año 33, parece que Juan quiso destacar que el mandato de Caifás abarcó el trascendental año en el que Jesús fue ejecutado.

• Jn 12:42. ¿Por qué algunos judíos tenían miedo de reconocer que Jesús era el Cristo? (nwtsty notas de estudio para Jn 12:42: “los gobernantes” y “expulsados de la sinagoga”).

Al parecer, la palabra griega que aquí se traduce “gobernantes” se refiere a los miembros del Sanedrín, el tribunal supremo judío. Esta palabra también se usa en Juan 3:1 para referirse a Nicodemo, que era miembro de ese tribunal.

Quienes eran expulsados de la sinagoga sufrían el desprecio de la gente y se convertían en marginados. Como no podían tener trato con otros judíos, sus familias padecían graves problemas económicos. Las sinagogas, que se utilizaban principalmente como centros de enseñanza, también eran, hasta cierto punto, tribunales locales que podían imponer castigos como azotar o excomulgar (Mt 10:17).

• ¿Qué le ha enseñado sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?

Jn 11:4. Se ve el poder de Jehová, ya que, mediante el poder de Dios Jesús resucita a un hombre que ha estado muerto durante cuatro días. Incluso el prestigioso Sanedrín se ve obligado a reconocer lo que ha sucedido y utilizar aquella muerte “para la gloria de Dios”.

Jn 11:35. Nos enseña la empatía y comprensión que Jesús reflejo de Jehová, al ver el intenso dolor de aquellas personas a quienes él amaba, cedió a las lágrimas. ¿Cómo podemos imitarlo nosotros? Debemos ser compasivos con quienes están de duelo.

Jn 12:26. Jehová está al tanto de todo lo que hacemos por servirle a su hijo en el adelantamiento de las buenas noticias sobre el Reino, ya que los que reciban honra del Padre llegarán a ser compañeros de Cristo en el Reino, y también habrá personas que por servirle a Jesús serán galardonados con vida eterna en el nuevo mundo.

Jn 12:49. Jehová es quien da la mejor preparación que existe, ya que, independientemente de cuánto haya aprendido Jesús de sus padres terrestres, su capacitación principal provino de la Fuente más acreditada que existe, Jesús tuvo una relación muy íntima con Jehová. Mientras estaba en los cielos, observó cómo trataba su Padre a los seres humanos y se dio cuenta de lo que sentía por ellos. Por eso imitó tan bien el amor que Dios tiene por la humanidad. 

• ¿Qué otras perlas espirituales ha encontrado en la lectura bíblica de esta semana?

Jn 11:25. Las resurrecciones que realizó Jesús cuando estuvo en la Tierra fueron un anticipo de lo que hará cuando sea Rey del Reino de Dios. Durante su gobierno celestial sobre la Tierra, les devolverá la vida a los seres humanos que estén dormidos en la “sepultura” de la humanidad, un lugar simbólico. Por eso fue que dijo: “Yo soy la resurrección”.

Jn 11:51, 52. Caifás no menciona esto porque sea idea suya, sino que, como es el sumo sacerdote, Dios hace que sea él quien pronuncie esa profecía, Caifás propone es dar muerte a Jesús para impedir que siga debilitando la autoridad y la influencia de los líderes religiosos judíos. Sin embargo, la profecía de Caifás indica que Jesús, mediante su muerte, ofrecería un rescate no solo por los judíos, sino por todos “los hijos de Dios que estaban esparcidos”.

Jn 12:12, 13. El que la muchedumbre de personas que aclamaron a Jesús como el “rey de Israel emplearan frondas de palmera probablemente sirvió para simbolizar tanto su alabanza como su sumisión a la posición real de Jesús. Se dice que los que componen la “gran muchedumbre” de Revelación 7:9, 10 tienen ramas de palmera en sus manos y atribuyen la salvación a Dios y al Cordero.

Jn 12:28, 29. La muchedumbre pensaba que tronaba o que un ángel le había hablado a Jesús. En esas ocasiones Jehová Dios mismo se puso de manifiesto mediante sonidos audibles de voz comprensibles para sus siervos. Parece ser que en el último relato citado la muchedumbre no entendió la voz con claridad, pues algunos la compararon a un trueno.