Cuidemos nuestros lugares de adoración TRANSCRIPCIÓN
Los siervos de Jehová, siempre
han tenido un lugar donde adorarlo. Hoy por todo el mundo nos reunimos en
Salones del Reino. En ellos recibimos consuelo espiritual e instrucciones de
parte de la Organización de Jehová. Aquí también, disfrutamos de la buena
compañía de nuestros hermanos, pero eso no es todo, los Salones del Reino son
centros de adoración pura en la comunidad.
En Indonesia, donde vivo, nuestra
congregación invitó a los vecinos y a funcionarios del gobierno local para que
vieran el Salón del Reino antes de su dedicación, asistió el alcalde y quedó
muy sorprendido por lo bien construido que estaba, por lo práctico que era y
por su hermoso jardín, dijo “se nota que son personas de fe, por lo limpio que
tienen su Salón”. Eso nos hizo sentir muy orgullosos de servir a Jehová.
Experiencias como ésta, nos hacen
valorar nuestros lugares de adoración. ¿Cómo podemos demostrarle a Jehová que
agradecemos tener Salones del Reino?, cuando nuestros Salones del Reino están
limpios y ordenados, reflejan las cualidades y la personalidad de nuestro Dios,
un Dios de orden. Un buen programa de limpieza, también protege la salud de los
asistentes. Además, si se hace un mantenimiento regular de las instalaciones,
durarán más tiempo.
Aunque las congregaciones son
responsables del mantenimiento, los representantes del LDC, pueden ayudar y
capacitar a otros para que las inspecciones y las reparaciones, se hagan de
manera segura. Recordemos que no debemos realizar ningún trabajo peligroso a
solas y que siempre debemos seguir las normas de seguridad. Si los problemas se
detectan pronto, se necesitará menos tiempo y dinero para resolverlos. Podemos
honrar a Jehová haciendo donaciones y usándolas bien. En tiempos bíblicos,
cuando se necesitaron fondos para renovar la casa de Jehová, todos fueron
generosos, tanto los que tenían mucho, como los que tenían poco. Los Salones
del Reino no son sólo edificios, son lugares de adoración dedicados a Jehová. Y
cuidándolos lo mejor que podemos, demostramos que amamos a nuestros hermanos, a
los nuevos y sobre todo a Jehová, quien hace posible que tengamos estos
hermosos lugares de adoración.
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