Le doy lo mejor de mí. TRANSCRIPCIÓN
Mark Sanderson: El hermano
John Foster, ha formado como parte de la familia Betel de los EE.UU por más de
50 años. Pero un día sucedió algo inesperado que le cambio la vida.
John Foster: Me bauticé el
11 de Enero de 1958, en una Escuela de la Ciudad de Detroit. La predicación era
muy importante para mí, porque la vida de las personas está en juego. Así que
consideraba el ministerio una prioridad en mi vida. En la Asamblea de Distrito,
en 1962, solicite servir en Betel y llegue allí el 28 de diciembre de ese mismo
año. Estaba decido a utilizar mis fuerzas de la mejor manera posible en Betel,
por eso trabaje muy duro en la producción de publicaciones, porque sabía que
gracias a ellas, las personas podrían vivir para siempre. Fue una época muy
especial porque, como era joven y fuerte, podría hacer muchas cosas, y sentía
que le daba a Jehová lo mejor de mí. En el año 2006, todo cambió, pues sufrí un
grave accidente. De camino a la reunión, y nuestro auto chocó contra un árbol,
desgraciadamente el conductor no sobrevivió, yo me rompí el cuello y una
pierna. Los demás no tuvieron lesiones tan graves. Pero yo estuve en coma tres
semanas, cuando desperté sentía un dolor muy intenso, aunque predicar a otros
me ayudaba a soportarlo. Quería dejar publicaciones al personal del hospital,
ya que me pareció que era un territorio casi virgen. Le di un libro Enseña a mi
cirujano y le dije, “como usted me salvó la vida”, “yo quiero salvar la suya”.
Claro, después del accidente, me preocupaba si seguiría siendo útil en Betel o
si dejarían que me quedara simplemente por consideración. Mi trabajo que ahora
hago, tiene que ver con los libros que imprimimos por todo el mundo. Los
archivamos para tenerlos como muestras de impresión. Otra labor que realizo de
vez en cuando, es visitar Departamentos de Betel, para dar discursos de ánimo.
Supuse que me iba a curar y que estaría mejor de lo que estoy ahora (risas….) y
que sería capaz de volver hacer lo que hacía, pero me equivoqué. Aun así, me
siento tranquilo, porque creo que hago todo lo que puedo. Me gustaría hacer
más, pero simplemente no soy capaz, a pesar de eso, me siento bien con Jehová.
Supongo que Él entiende, bueno, sé que él entiende mi situación, y que sabe que
hago todo lo que puedo. Tengo claro que las cosas, solo mejorarán en el Nuevo
Mundo. Esa es mi esperanza, poder estar en el Nuevo Mundo y ver que mi salud
mejora, de hecho, será perfecta.
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