Discurso (5 mins. o menos):
w16.01 25, 26 párrs. 12-16. Título: ¿Por qué no debería preocuparnos que en los
últimos años haya más hermanos que toman del pan y del vino en la
Conmemoración? (th lecc. 6).
Hasta hace poco, la organización editaba el Anuario de cada año, en el
que se declaraba los hechos importantes del año pasado, así como los totales, y
cuando revisábamos esas cifras, siempre nos llamaba la atención la que decía la
cantidad de los participantes de la conmemoración, y nos asombrábamos cuando veíamos
que la cifra aumentaba cada año en vez de disminuir, ¿Deberíamos preocuparnos
por eso?, la respuesta es no, y vamos a ver las siguientes razones por las cuales decimos
eso.
Primeramente, Jehová conoce a
los que le pertenecen, y por tal
motivo, la cifra de los hermanos que participan del pan y del vino no sirve
para calcular cuántos ungidos quedan en la Tierra, ya que algunos que los
participan creen equivocadamente que son ungidos, ya sea porque sufren de
problemas mentales o emocionales, y también algunos que participaban, con el
tiempo dejaron de hacerlo.
Segundo, tiene que ver con lo que dijo Jesús en Mateo 24:31, dicho en otras
palabras, en los últimos días todavía quedarían vivos algunos de los cristianos ungidos por toda la Tierra cuando Jesús venga para llevárselos al cielo.
Tercero, Jehová es el que decide en que momento escoge
a los ungidos, después de la muerte de Jesús, se comenzó a elegir a los
ungidos empezando con la fiel congregación cristiana, pero con el tiempo muchos
que afirmaban ser cristianos no lo eran, y en estos últimos días, Dios sigue escondiendo
a personas para que sean ungidos, teniendo presente lo que dice en Romanos 9:11, que Jehová es libre
para escoger como y cuando a quien considere digno y nadie debe cuestionarlo.
También, hay un factor que debemos tener en cuenta, y es que no todos los
que tienen la esperanza de ir al cielo son parte del “esclavo fiel y prudente”,
así como en el siglo primero Jehová y Jesús usaron a un número reducido para
dar alimento espiritual a su pueblo, lo mismo ocurre hoy en día.
Entonces queridos hermanos, no debemos preocuparnos al ver la cifra de
los participantes de la conmemoración, ya que, como hemos visto hoy, Jehová
conoce a los que le pertenecen, que todavía habrá ungidos durante los últimos días
y que él puede decidir en qué momento escoge a los que servirán como reyes y
sacerdotes en cielo.
Seamos mejores lectores y maestros (10 mins.): Análisis con el
auditorio. Ponga el video Cómo mostrar amabilidad y empatía y analice la
lección 12 del folleto Maestros.
Lección 12: Mostrar amabilidad y empatía. Transcripción
Vea el Video en: Lección 12: Mostrar amabilidad y empatía
El apóstol Pablo les escribió a
los cristianos de Tesalónica, “los tratamos con amabilidad, como cuando una
madre amamanta y cuida con ternura a sus hijos. Así que, por el tierno cariño
que les teníamos, estábamos decididos a darles no solo las buenas noticias de
Dios, sino también nuestras vidas, pues llegamos a amarlos mucho”, Pablo los quería,
y sus hermanos lo sabían por la manera en que les hablaba, por eso su enseñanza
era tan eficaz.
Así que si la gente siente que
usted se interesa por ellos, que no se limita a compartir información o a
cumplir con una tarea, estarán más dispuestos a escuchar y actuar, ¿Cómo puede
mostrar verdadera amabilidad y empatía?
Debe pensar en sus oyentes, por
ejemplo, antes de ir a predicar, piense en problemas específicos que quizás le
preocupen a la gente del territorio, en qué cosas creen, imagine cómo se
sienten.
Al preparar un discurso, piense
en los problemas por los que están pasando sus hermanos y en maneras de
animarlos, luego use palabras que animen, consuelen y fortalezcan a sus
oyentes. Nunca hable con desprecio ni de las personas ni de sus creencias, cuando
hable con los mayores o con las autoridades, diríjase a ellos con respeto.
Veamos a un hermano dando un discurso. ¿Demuestran sus palabras que siente
empatía?:
“La teoría de la evolución es muy
popular hoy. ¡Pero parece mentira que personas tan inteligentes crean una teoría
tan ilógica! Muchos la creen solo porque la ‘gente instruida’ la cree,
incluidos muchos científicos, ¿Cómo podemos ayudarlas a pensar por sí mismas y
que vean lo ridícula que es la evolución?”
Si alguien del auditorio creyera
en la evolución, ¿Cómo se sentiría?, démosle al discursante otra oportunidad,
ahora lo hará con más empatía:
“La teoría de la evolución es muy
popular hoy, pero ¿Por qué tanta gente la acepta? A lo mejor se la enseñaron en
la escuela, quizás nunca les enseñaron otra alternativa, ¿Cómo podemos
ayudarlos a analizar los hechos por sí mismos?”
En esta ocasión el orador no ofendió
a nadie por sus creencias, sin embargo, planteó unas preguntas para hacer pensar
al auditorio en otros hechos, ¿Qué más puede mostrar amabilidad y empatía? El
tono, no sólo lo que se dice, sino cómo se dice, un tono de voz agradable con
gestos y expresiones faciales adecuados muestra interés sincero.
Veamos a una hermana predicando
de casa en casa, ¿muestra interés con su forma de hablar?:
“-Lo siento, ahora no tengo
tiempo. Mi madre acaba de morir y ahora vamos a organizar los preparativos del funeral.
-Lo siento, duele mucho perder a
un ser querido, cuando yo perdí a mi madre hace unos años, leí unos textos de
la Biblia que me ayudaron mucho”
Aunque no hubo nada de malo en lo
que dijo la hermana, le faltó amabilidad y empatía, démosle otra oportunidad:
“-Lo siento, duele mucho perder a
un ser querido. Cuando yo perdí a mi mamá hace unos años, leí unos textos de la
Biblia que me ayudaron mucho. Algunos textos están aquí. Pero, quizás los
podamos leer juntas otro día”
La hermana dijo exactamente lo
mismo, pero esta vez habló con sentimiento y obtuvo un mejor resultado, si
usted habla desde el corazón mostrará que se preocupa por los demás, pero
procure no sonar exagerado ni forzado.
Cuando lea un texto, trate de
transmitir los sentimientos que se reflejen en él, pero no atraiga la atención
hacia usted mismo.
Así que, si piensa en sus
oyentes, elige con cuidado sus palabras y muestra interés; animará, consolará y
fortalecerá a sus oyentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario