Busquemos perlas escondidas (10 mins.)
- 2Sa 1:26. ¿Por qué David llamó a Jonatán “hermano mío”? (it-1 1122 párr. 2).
Porque, aunque no compartían lazos de sangre, lo que los unía era el afecto e interés mutuo que sentían entre ellos y lo que demostraba que su amistad era en verdad muy unida.
- ¿Qué perlas espirituales ha encontrado sobre Jehová, el ministerio y otros temas en la lectura bíblica de esta semana?
2Sa 1:11, 12. David se sintió destrozado al saber que su mejor amigo y el rey al que había servido murieron en aquella guerra contra los filisteos, el relato dice que él y sus hombres se pusieron a gritar y a llorar, y ayunaron hasta el atardecer por Saúl, por su hijo Jonatán, por el pueblo de Jehová y por la casa de Israel, esos mismos sentimientos de duelo son los que experimentamos todos al perder a alguien, así que es natural sentirse así.
2Sa 1:18. Aquí se habla del Libro de Jasar, este libro se cita por primera vez en Josué 10:12, 13, cuando Josué pide que el Sol y la Luna se detengan durante su lucha contra los amorreos, y también aquí donde se registra un poema llamado “El arco”, que era una endecha sobre Saúl y Jonatán. Por lo tanto, se cree que se trataba de una colección de poemas, cánticos y otros escritos, que debieron ser de considerable interés histórico y que recibieron amplia circulación en el mundo hebreo.
2Sa 1:23. En esta parte de la canción, David menciona que Jonatán era veloz como águila y fuerte como león, esta es una forma poética de describir la habilidad en batalla de Jonatán como un guerrero valeroso, capaz y resuelto, era un arquero diestro y por eso Saúl debió tenerle un cariño especial por sus cualidades varoniles, y es evidente que estaban muy unidos.
2Sa 2:1-4. Antes de tomar una de las decisiones mas importantes de su vida, David le consultó a Jehová y cuando recibió la respuesta de Dios enseguida procedió a actuar según lo que le había dicho, de la misma manera nosotros debemos consultarle a Jehová sobre las decisiones importantes en nuestra vida que debemos tomar.
2Sa 2:8. Después de la muerte de Saúl y sus otros hijos en el campo de batalla de Guilboa, Abner llevó a Is-bóset a través del Jordán hasta Mahanaim, donde fue investido rey sobre todas las tribus menos Judá, que reconocía a David como rey. Para entonces Is-bóset tenía cuarenta años, y reinó durante dos años. Puesto que la Biblia no encuadra específicamente estos dos años de reinado dentro del período de siete años y medio en el que David gobernó como rey en Hebrón, no hay forma de resolver las diferencias de opinión que tienen los doctos al respecto.
2Sa 3:1. La guerra entre la casa de Saúl y la casa de David continuó por un buen tiempo. Mientras que David se fue haciendo más y más fuerte, la casa de Saúl se fue haciendo cada vez más débil, esto demuestra que, para aquellos días, empezaba una pelea por saber quién era el legítimo rey de Israel, entre el sucesor de Saúl o el nuevo rey nombrado por Jehová, obviamente el que contaba con el apoyo divino sería el que ganaría después de todo.
2Sa 3:39. La parte final de este versículo menciona lo que dijo David, que “Jehová le dé su merecido a quien hace el mal” y obviamente eso es algo que incluso los siervos de Dios en la actualidad esperamos, que haga justicia y acabé con todos aquellos que les han hecho a las personas y al planeta y que derrote en Armagedón a Satanás, sus aliados y su mundo.
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